Las humedades estructurales de los edificios son uno de los principales problemas técnicos a los que se enfrentan los vecinos en su comunidad, ya no solo por el apartado monetario y el costo de la reparación, sino por sus riesgos a la salud y sus graves consecuencias en personas con afecciones respiratorias por el asma.
Este puede ocasionar una escalada de tensión en la comunidad que nos obligará a mantener una estrecha relación con nuestro administrador de fincas para evitarlo.